En la última semana le he dado un tute bastante importante a una de esas series que tenía guardada en una carpeta de mi disco duro durante un montón de meses. Una serie de la que me habían llegado multitud de buenas críticas pero por unos motivos u otros no me lanzaba a comenzarla. Pues bien, como digo, en una semana he visto la primera temporada (12 episodios) y me he puesto al día en la segunda (otros 4 episodios). Estoy hablando, ni más ni menos que de la premiada Homeland.
Todo comienza cuando el ejército de Estados Unidos rescata al sargento Brody tras 8 años de cautiverio a manos de Abu Nazir, terrorista de gran rango en Al-Qaeda. Esto trae a la memoria de Carrie Mathison, una oficial de operaciones de la CIA, un chivatazo que recibió durante una misión en Irak: un prisionero de guerra americano se había unido a Al-Qaeda y planeaba atentar contra Estados Unidos.
A partir de esta premisa comienza una trama en la que Carrie está convencida de que ese terrorista en Brody y tratará de demostrarlo por todos los medios para evitar un inminente ataque terrorista. Pero, ¿realmente el modélico y admirado sargento Brody está trabajando para Al-Qaeda? Indicios puede haberlos, pruebas fehacientes no. Con este hilo como telón de fondo, también podemos conocer otras historias como las dificultades que encuentra Brody al volver a casa y a una vida que dejó hace 8 años, o los problemas personales que sufre Carrie al no ser una persona, por así decirlo, demasiado estable.
En cuanto a las interpretaciones me gustaría destacar tres. En primer lugar la del sargento Brody (Damian Lewis) que transmite a la perfección la angustia al volver a la 'vida libre' y tiene momentos realmente brillantes. En segundo, la que podemos considerar protagonista, Carrie Mathison (Claire Danes), un personaje con una complejidad brutal a la hora de interpretarlo ya que corre el peligro de convertir algo realmente dramático en algo que linde con la parodia.
En tercer y último lugar tenemos a Saul Berenson (Mandy Patinkin), hombre de peso en la CIA. Un personaje que en cada aparición en pantalla, se come el sólo la escena. Se trata de un hombre muy serio y riguroso en su trabajo pero que tiene especial debilidad por Carrie de la cual ha sido mentor y con la que mantiene una estrecha relación. Un trabajo soberbio de Mandy Patinkin que por medio de silencios, gestualidad y unos diálogos muy intensos pero pausados y sosegados consigue lo que merece este personaje: brillar.
¿Nos encontramos ante una de las mejores series del momento? Para mí, sin ninguna duda. Aún siendo una americanada de mucho 'cuidao', ofrece una historia muy bien llevada con un montón de giros y cliffhangers los cuales provocan que según terminas un capítulo quieras, necesites, ver el siguiente para saber qué camino van a coger las cosas. Un sinfín de secretos por descubrir con un elenco de actores que ponen el listón muy alto.
Tan solo se me ocurre ponerle un par de pegas pero centrándome únicamente en la primera temporada: algunos detalles que de momento no tienen explicación pero quizás la descubramos con el futuro, y sobretodo un 'tufillo' muy fuerte a que esta historia estaba enfocada a una única temporada y que el éxito obligó a los guionistas a cambiar la recta final. Sin embargo, para saber si estos puntos son dos manchas en la serie tendremos que esperar a conocer el final definitivo en 2, 3 o X temporadas. Entonces, estaremos en disposición de decir si se trata de una serie redonda o le quedan algunas aristas por pulir. Y yo, espero contároslo por aquí.
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